domingo, 15 de junio de 2014

Nuestra historia no está escrita en arena de mar -Prólogo

Peina su cabello mientras se observa en el espejo de su tocador. Observa su reflejo, hay algo que no le convence de su aspecto. Desabrocha los tres botones de la parte superior de su camisa de manga larga negra y despeina un poco su cabello. Rocía un poco de perfume en su cuello y sonríe. Su esposa ha salido del baño colocándose a prisa los pendientes, luce hermosa con ese vestido color rojo que se ciñe tan bien a su hermosa figura, el color resalta sobre su pálida piel.

-Amor, ya es hora, se nos hace tarde-.


JongIn asiente. De repente los nervios han aflorado. JongIn es un hombre de 32 años, es alto, piel tostada, mandíbula marcada, labios carnosos y ojos oscuros,  él se considera verdaderamente sexy, no es que sea presuntuoso, no, él simplemente es honesto. Junto  con su esposa Tiffany, son una pareja swinger, es decir, practican el intercambio de parejas para el acto sexual, pero esta vez, han decidido hacer algo diferente. Generalmente, o mejor dicho, siempre, Tiffany se va con el hombre y por consecuente, JongIn con la mujer; pero, conocieron una pareja por internet, o bueno, su esposa lo hizo, ya que él ni siquiera vio sus fotos. Dicha pareja propuso algo que jamás habían hecho, y ya que son una pareja de mente abierta y dispuesta a aprender y experimentar nuevas experiencias, aceptaron sin más: Esta vez a tiffany le tocará con la mujer, y por ende, a JongIn con el hombre.




Está nervioso, después de todo, él se considera 100% heterosexual. Al principio no estaba totalmente de acuerdo, pero a causa de la constante insistencia de su mujer se terminó resignando. Aun así, no le desagradaba por completo la idea de estar con un hombre en la cama, a decir verdad, le excitaba más de lo que se podría imaginar, puede ser que después de todo no sea 100% heterosexual.


Suben al auto, JongIn en el asiento del piloto y Tiffany al lado de él. La mujer se retoca el labial mientras él maneja al hotel donde se citaron con la pareja.


-¿Cómo dices que se llaman?-


JongIn cuestiona, mirando de reojo a la que es su esposa.


-El nombre de la chica es TaeYeon, el nombre su  esposo no lo recuerdo-


Él sonríe, puede que sea por el nerviosismo que siente en ese momento, o porque se siente ansioso. Después de manejar cinco minutos más, por fin llegan al hotel cuyo letrero está escrito en letras enormes y doradas: Hotel palace.


Ambos bajan del choche. Se dirigen a la recepción en donde se supone que se llevaría a cabo su encuentro. Al llegar, JongIn sólo ve a una pareja, su esposa les sonríe, por lo que deduce que son ellos. La mujer es linda, de baja estatura, Tiffany se dirige hacia ella y juntas caminan hacia el ascensor.  Es en ese momento cuando cruza mirada con él. Tiene el cabello teñido de rojo, sus belfos rojos se ven suaves y esponjosos, su piel luce pálida y suave tal cual ángel, tiene unas mejillas abultadas que lo hacen ver adorable, pero lo que captura su atención son sus enormes ojos, tienen una chispa de inocencia, que va perfectamente con la sonrisa coqueta que le está 

regalando en estos momentos. El chico camina hacia él lentamente, con un movimiento  de caderas. Jamás había visto algo así, ni siquiera una mujer se mueve tan sensualmente como lo está haciendo él. Cuando están frente a frente, se da cuenta de que la diferencia de altura es considerable. El hombre no ha borrado esa sonrisa de su rostro, le tiende la mano a JongIn para estrecharla con la suya.

-Hola, tú debes ser JongIn, mi nombre es Do KyungSoo-


Sí, definitivamente esta noche se va  a divertir.

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